El artículo que publicamos hace unos meses sobre Cercadilla fue el más leído en la historia del este blog. Por ello, repetimos temática, esbozando una de las interpretaciones más aceptadas internacionalmente sobre el mismo. En concreto, la de Jorge Ramón Corzo, apoyada también por Pedro Marfil, ambos profesores universitarios (aquel en Sevilla, este en Córdoba).
La
hipótesis de estos dos profesionales nace de
la premisa de que ciertos elementos arquitectónicos, en su opinión, solo podrían deberse a la
influencia de Osio, obispo cordobés de enorme importancia en todo el Imperio
debido a su estrecha relación con el emperador Constantino. Para ambos, tanto
la monumentalidad como el estilo, las cronologías, los restos arqueológicos y
los espacios elegidos y sus posibles funciones, entre otras cosas, encajan a la
perfección con la idea de que el yacimiento arqueológico de Cercadilla fuera en
su momento la primera sede episcopal cordobesa. Y todo ello lo podemos
encontrar argumentado en sus trabajos al respecto.
¿Qué
sería Cercadilla, en ese caso? Pues ni más ni menos que un complejo cristiano de entre los
años 325 y 343 que comprendería una basílica, un baptisterio y una residencia
episcopal de patrones constructivos palatinos de influencia oriental e ideas
judeocristianas. Como decimos, una sede episcopal tan antigua, grande y completa
que tan solo podría ser explicada, según estos autores, por la posible
iniciativa del mencionado Osio. Eso
sí, después de ser una basílica martirial, se reformaría en el 613 d.C y se le añadiría
un cenobio.
Algunos
de los argumentos esgrimidos a favor de esta teoría son, por ejemplo, la
adecuación de las medidas, y la numerología a ellas ligada, a la llamada “vara
visigoda”, por la que, aplicada esta unidad de medida (80 cm.), las longitudes y
dimensiones adoptan coeficientes de gran importancia en la Antigüedad como
pudieran ser el 127, o el 72. De hecho, esta unidad de medida y su relación con
la numerología ya había sido probada, según los autores, en la iglesia visigoda
de San Pedro de la Nave.
Igualmente, encuadran la fecha de la edificación de
este complejo en los albores del siglo IV d.C. debido a que los materiales
cerámicos encontrados se enmarcan cronológicamente en esa fecha, que también
resulta ser la de mayor influencia de Osio tras su aparición en el Concilio de
Nicea. E igualmente se presenta como argumento el parecido de uno de los
edificios de Cercadilla con la “basílica” de Carranque y la catedral de
Echmiatsin, ambos lugares de culto cristiano.
Y
ya despojándolo de su relación con este obispo, también han surgido
interpretaciones que defienden una posible edificación de este episcopum en otras fechas, como
resultado de continuas fases de construcción dirigidas u ordenadas por los
sucesivos prelados que pasaron por la diócesis.
Claro
que, como todas las demás interpretaciones sobre el conjunto de Cercadilla,
esta también tiene sus fragilidades, algo que, además de a la complejidad histórica
que el yacimiento en sí encierra, también se debe, como bien apuntan estos
autores, al deplorable estado en el que se encontraron las ruinas tras las
obras de construcción del AVE, a una mala y apresurada excavación arqueológica
del mismo, y, actualmente, a la cuestionable conservación del lugar.
Isabel Barrado
Historiadora Intérprete del Patrimonio
(Imagen: abc.es)
Si quieres conocer otros yacimientos arqueológicos cordobeses (hoy en día bajo tierra), no te pierdas nuestra ruta Córdoba Subterránea.