jueves, 31 de julio de 2014

Córdoba Subterránea (II): La Casa de las Pavas


Bajo la actual piscina del hotel Las Casas de la Judería (históricamente, la Casa de las Pavas), se encuentran restos de un aljibe, una parte considerable del suelo de una casa probablemente judía, un tramo de muro del alcázar andalusí y una canalización también islámica, además de varias piezas arqueológicas de diversas procedencias. (Fuente: Paco Mulero, antiguo Director del Hotel). 

Si quieres conocer más yacimientos subterráneos cordobeses, te recomendamos que no te pierdas nuestra ruta Córdoba Subterránea (click aquí).
 

martes, 29 de julio de 2014

GarabaTEOs (I): el legado Mulero

  
Hace unos dos años y medio, cuando empezaba a dedicarme a la cultura y el turismo cordobeses, contacté con el entonces director del Hotel Casas de la Judería para pedirle unas fotos sobre el mismo. Extremeño de origen y andaluz de adopción, se llamaba Paco Mulero y resulta que le gustaba mucho hablar (hablar él). Así que me tuvo al teléfono un buen rato dándome toda la información que necesitaba, además de consejos varios que yo no había pedido sobre otros temas. De hecho, se extendió tanto que yo ya no sabía cómo cortarlo. Y, por un par de detalles, tengo que admitir que me pareció algo snob y poco soportable.

Días después quedamos para enseñarme el edificio, la antigua Casa de las Pavas. Tanto la extensa conversación telefónica como este encuentro podrían considerase, por su parte, tiempo "perdido" en informar a un joven desconocido. Pero no quedó ahí: me invitó a visitar algún día el Palacio de Moratalla, que también dependía de él. Suele decirse que son los detalles típicos de las grandes empresas y de los grandes profesionales. Pero yo prefiero proclamar lo contrario: son grandes porque tienen esos detalles y esa dedicación.

Y, efectivamente, semanas después, fuimos a Moratalla...

Paco apareció con ropa de deporte nada discreta en cuanto a colorido (ahí empecé a vislumbrar al genio) y su adorable perrita, Nacha. Fuímos en su coche; recogimos a una amiga suya y "tiramos" para allá. La segunda confesión incómoda que no puedo evitar hacer en estas líneas (tras lo de snob) es que todavía no sé cómo sobrevivimos a una maniobra que Paco hizo a la salida de Córdoba. Podríamos haber muerto todos allí: Paco, su amiga y yo. Y Nacha, claro. Pero al final tuvimos una agradable visita a Moratalla y desde ese día comenzó a fraguarse una amistad. A fin de cuentas,  mi vida había estado en sus manos...

Se convirtió no solamente en amigo, sino que, algo debió ver en nosotros, porque también se convirtió en nuestro mentor. De él hemos aprendido y, en gran parte de su mano hemos crecido. No sólo nosotros; también otros, como Ángel Peralta Astolfi o Andrés Antúnez. Quizá podría llamársenos "Los Ángeles de Paco" o "Los Muleros". La cuestión es que, juntos y por separado, durante estos dos años y pico hemos puesto nuestros respectivos granos de arena para mejorar Córdoba (al menos, eso hemos intentado).

Ahora, que vuelve a Sevilla, llega el momento de valorar su legado. Y, sinceramente, no creo que lo más importante del mismo sean los años dirigiendo hoteles top, ni su presidencia de la Asociación de Empresarios Turísticos del Valle del Guadalquivir, ni su papel como impulsor de Córdoba Apetece. Su auténtica herencia no es una obra concreta, sino su legado a través de los demás, a través de nosotros, a través de esos a los que apadrinó o que simplemente han estado a su alrededor y se han contagiado de su ilusión y perfeccionismo.

Hay dos detalles muy ilustrativos sobre él: controvertido por ser de las personas que dicen las cosas claramente, a pesar de ello no solamente se requiere su presencia en todas las mesas de trabajo y saraos, sino que tiene pocos "antifans" (haters, se dice ahora). Los tiene, claro; pero insisto: son pocos considerando su, llamémosla, carencia de tacto. El segundo detalle es que incluso estos detractores admiten que, de una forma u otra, se ha desvivido por Córdoba durante su etapa aquí. Y ambas apreciaciones me resultan pulverizadoras.

Ante la la desaparición de este importante eslabón de la cadena cordobesa, los demás eslabones deben desplazarse, avanzar un espacio, para cubrir ese hueco. Como jóvenes canteranos del vestuario de un equipo de fútbol que dan un paso al frente cuando los veteranos capitanes se marchan, rellenando los peldaños de la escalera en orden similar al anterior pero a distinta altura. Intentando ser dignos representantes de la esencia heredada, del espíritu aprendido.

Por Córdoba, y en honor a Paco, intentaremos estar a la altura.

Teo Fernández Vélez



miércoles, 23 de julio de 2014

Fantasmas de Córdoba (IV): La impregnación del escribano del Palacio de Orive


La Casa de los Villalones, más conocida como el Palacio de Orive, es un edificio renacentista del siglo XVI, obra de Hernán Ruiz II, que alberga una de las más famosas leyendas de Córdoba: la de doña Blanca, quien, como consecuencia de una malidición, queda encerrada y perdida bajo el subsuelo del palacio.

Durante siglos se comentaba en el vecindario que por las noches la escuchaban pedir socorro o que veían una sombra vagar por el interior de la casa. Desde el 2003, año en el que se trasladan allí diversas delegaciones del Ayuntamiento, la rumurología ha descendido considerablmente; pese a ello, mantiene el sobrenombre popular de La casa encantada.

Sin embargo, el "otro" espectro continúa allí. Pero no sería exactamente lo que solemos llamar fantasma, sino una impregnación. Concretamente, la impregnación de un antiguo escribano.

¿Qué es una impregnación? Se trata de un registro energético del pasado; una especie de "grabación". Por tanto, esta energía, contrariamente a nuestro habitual malévolo concepto de fantasma, no interactúa con nadie. Y, además, repite siempre la misma acción, motivo este por el que aún más podemos definirlo como "grabación": una grabación (energética) que se repite en bucle.

No son pocas las personas sensitivas que afirman haber contemplado a este escribano. Y, personalmente, me resultó muy curioso que, cuando escuché hablar de él hace unos meses, recordé que yo ya conocía su existencia desde unos veinte años atrás. Pero no sé de qué: no recuerdo si lo había visto o si alguien me lo contó.

Quizá lo vi, porque, cuando éramos niños todos teníamos esa capacidad sensitiva. O quizá lo soñé, porque, en el fondo, las leyendas (y fantasmas) de nuestra ciudad no dejan de ser una parte de nosotros mismos.

Teo Fernández Vélez
(Información registrada)

Si quieres conocer la tradicional leyenda de Blanca de Orive, así como otras mágicas historias de nuestra ciudad, no te pierdas nuestra ruta nocturna Leyendas de Córdoba. Puedes suscribirte al blog (arriba a la derecha) y recibirás de forma gratuita len tu correo electrónico los artículos y nuestra agenda de actividades.


sábado, 12 de julio de 2014

Córdoba Subterránea (I): Sótano Casa de las Cabezas (mezclando subterráneo y leyenda...)


La Casa de las Cabezas, situada en la calle del mismo nombre, aquella que la tradición relaciona con los siete Infantes de Lara (especialmente su adyacente Calleja de los Arquillos), abrirá sus puertas al público como Casa-Museo el próximo lunes 14 de julio.

Érase una vez Córdoba, como siempre intentando mostrarte lo que nadie antes te ha mostrado, te adelanta una imagen de su joya subterránea: lo que parece ser, en palabras del propietario, una cisterna o impluvium romano, que se encuentra bajo la calleja y al que se puede acceder desde el sótano de la propia casa, que es desde donde se ha tomado la imagen (el recodo del fondo ya se encuentra bajo la famosa calleja).

Además, este elemento aglutina dos de nuestros  campos de trabajo: subsuelo y leyendas:

Si quieres conocer más yacimientos subterráneos cordobeses, así como parte de la presencia de agua bajo nuestros pies, te recomendamos nuestra ruta Córdoba Subterránea (click aquí).

Si prefieres conocer la tradición que relaciona a los Infantes de Lara con ese lugar y otras mágicas historias locales, no te pierdas nuestra ruta nocturna Leyendas de Córdoba (click aquí).

sábado, 5 de julio de 2014

Conócenos (III): Carmen Omayra Tobajas



1. Breve CV:
Licenciada en Pedagogía de la Danza Clásica y Diplomada en Magisterio Musical. Para resumir su interminable CV, nos ceñiremos al presente: trabaja como profesora en la prestigiosa escuela de ballet Maruja Caracuel, colabora con diversas compañías de teatro y amplía su formación con un Máster de perfil investigador.

2.- Papel en Érase una vez Córdoba: 
Comenzó su relación con nosotros por un acuerdo de prácticas con la Universidad de Córdoba. Desde entonces, coopera en algunas de nuestras actividades, siendo ya mítica (nunca mejor dicho) la pareja formada junto a Isabel Santofimia en nuestra celebración del solsticio de verano de 2014, en la que interpretaron a una hechicera danzante (foto) y a una bruja respectivamente. Y es una de nuestras fuentes de información sobre cultura de nuestra provincia por estar vinculada a diversas localidades de la misma.

3. Libro favorito (desde esta cuestión, responde ella en primera persona): 
Como soy incapaz de decidirme,  diré el que tengo ahora mismo más cerquita, “El malestar de la cultura” de Sigmund Freud.

4.- Película favorita:
 Amélie.

5. Estilo musical:
Disfruto con cualquier género o estilo, especialmente  René Aubry,  Massive Attack, Jeff Buckley,  Wim  Mertens,  y por supuesto, cordobeses como Vicente Amigo o Estirpe.

6. Un lugar (que no sea Córdoba):
 

Los cantones de Appenzell Rodas Interiores, y San Galo (Suiza).

7. Lo que más te gusta de tu colaboración con Érase una vez Córdoba:
El entusiasmo y la ilusión con la que se hace todo. Cuando haces lo que te gusta, no se puede pedir más.

8. Leyenda cordobesa preferida:
 

“El Buey que reventó”, una leyenda que me trae recuerdos de infancia en la Mezquita Catedral de Córdoba.

9. Una fecha/época del año en Córdoba:
Las noches de verano en un parque, o cine al aire libre.

10. Una recomendación para turistas:
Investigar en la variada y extensa gastronomía cordobesa antes de venir, para así no dejarse nada sin probar. Y no limitarse a Córdoba capital e indagar un poquito en los vinos de la campiña o los quesos e ibéricos del Valle de los Pedroches.