sábado, 28 de diciembre de 2013

Los mitos y el cine (IV): Drácula



"Bienvenido a mi humilde morada.
Entre libremente, por su propia voluntad,
y deje parte de la felicidad que trae."


Es la novela Drácula (1897), del irlandés Abraham (Bram) Stoker, la que dibuja la imagen del vampiro tal y como la concebimos hoy en día, cristalizando en ella muchas tradiciones y supersticiones anteriores europeas que ya habían empezado a reflejarse en diversas obras literarias del siglo XIX. En el libro se usa, por cierto, una curiosa estructura: no es lineal, sino que se presenta como una sucesión de cartas, artículos de periódico, etc., que van conformando la historia.

El nombre del protagonista fue tomado de alguien que realmente existió en la Valaquia (sur de Rumanía) del siglo XVI: el principe Vlad III (llamado Vlad Drăculea o Dracul y conocido como Vlad Tepes -Vlad el Empalador-). Sin embargo, no hay acuerdo sobre si este personaje real (supuestamente poseedor de un caracter sanguinario que provocaría su apodo de el empalador) influyó en la creación del literario; o si, por elcontrario, Stoker descubrió al Vladimir histórico una vez definido su vampiro y tan sólo tomó para este el eufónico nombre de aquel.

Una de las más fascinantes hipótesis sugiere que entre sus fuentes se encontrase la Condesa Erzsébet Báthory (1560-1614), que hacía uso de la sangre de doncellas como fuente de la eterna juventud. Sea como fuere, no hay duda de que la visión que hoy tenemos tanto de Vlad III como de la propia Báthory se deben a la influencia que retrospectivamente ejerce el desbordante peso iconológico de Drácula.

Destacaremos tres adaptaciones cinematográficas que, objetivamente, serían las más destacadas:

El alemán F.W. Murnau llevó la novela a la gran pantalla en 1922, pero, al no conseguir los derechos de autor, debió realizar algunas alteraciones, como los nombres de los personajes (y, claro, el título) o las localizaciones. Resultó así la mítica Nosferatu, el vampiro, de argumento tan parecido al Drácula original que le hizo ser acusado de plagio y la mayoría de las copias fueron destruídas. Lo más curioso es que el film inspiró su propia leyenda: que el protagonista Max Schreck era realmente un vampiro (y que, a su vez, dió pie a la película La Sombra del Vampiro, protagonizada por John Malkovich y Willem Dafoe).

Ya en 1931, Bela Lugosi, que llevaba años interpretando al Conde en el teatro, protagonizó, a las órdenes de Tod Browning, otra de las adaptaciones de culto. Al igual que ocurrió con la expresionista versión de Murnau, algunas de sus escenas (como el saludo de bienvenida a John Harker o la llegada de sus novias) se han convertido en iconos del cine de terror.

Pero es la de Francis Ford Coppola (1992) la más conocida, por su calidad y por ser la más reciente. Respecto al libro, la película se muestra más sensual, se recrea en la versión más sanguinaria de Vlad Tepes y, sobre todo, hace que la trama incluya una historia de amor inmortal que poco tiene que ver con el libro, características todas muy hollywoodenses.

Sin embargo, no deja de ser considerada la adaptación más fiel (por ejemplo, es la única en la que aparecen todos los personajes). Y el director tiene el enorme mérito de haberle otorgado una estética personal y atemporal, expresionista como Murnau y clásica como Browning, convirtiendo a la cinta no solamente en tan inconfundible como aquellas sino, incluso, aún más imperecedera.

Teo Fernández

sábado, 21 de diciembre de 2013

El mito del mes: capricornio



Dos son las versiones existentes respecto a quién representa el signo zodiacal Capricornio (Pan o Amaltea), si bien una de ellas es la más aceptada por los mitógrafos, y es la que recogemos en esta ocasión. 

En la primera versión, Capricornio es la catasterización (conversión en estrella) de Pan. Según Eratóstenes (Catasterismos 27), Egócero –“Capricornio”, un epíteto de Pan- recibió el honor de convertirse en constelación por haberse criado junto a Zeus y haberlo ayudado en su lucha contra los Titanes. La ayuda que le proporcionó vino en forma de estratagema: descubrió una caracola con la que armó a los aliados e hizo que soplaran por ella. El eco de este sonido produjo tal miedo en los Titanes que éstos huyeron. A partir de entonces, el tono de ese sonido recibe el nombre de “Pánico”. Él, por su parte, participó en esta lucha arrojando conchas al enemigo (Higinio, Astronómica 2.28). Tras hacerse Zeus con el poder, situó a Pan entre los astros. Por haber descubierto la caracola en el mar, tiene la cola de pez.

En otra variante, la ayuda proporcionada por Pan –en Higinio, Fábulas 196; Astronómica 2.28- viene en forma de metamorfosis. Éste les ordenó a los dioses que se transformasen en animales para evitar la crueldad de Tifón, monstruo feroz y violento y enemigo de los dioses: Apolo se transformó en un ave, Ártemis en un gato o Hermes en un ibis. Pan se lanzó al río, convirtiendo la parte inferior de su cuerpo en un pez y el resto en cabra. Zeus, admirado de su astucia, lo catasterizó con esa doble forma.

Eratóstenes nos describe la posición de las estrellas en Capricornio de la siguiente manera: “Sobre cada cuerno tiene una estrella; <en el morro, una> brillante; en la cabeza, dos; <en> en el cuello, una; <en> el pecho, dos; <en> la pata que tiene adelantada, dos; <en el extremo de la pata, una; en> el lomo, siete; <en> el vientre, cinco; <en> la cola, dos brillantes: en total, veinticuatro” (traducción de José B. Torres Guerra).


Pero, según la otra versión, bien pudiera ser Amaltea.

Zeus, al nacer, para evitar que su padre Crono se lo comiera, fue confiado por su madre Rea a Temis, quien, a su vez, lo entregó a Amaltea. En la versión más extendida Amaltea era una cabra, mientras que en otras una ninfa cretense dueña de la cabra. Esta cabra, hija del Sol, era un ser tan horrible en su físico que los dioses primeros, los de la época de Crono, suplicaron a la Tierra que la escondiera en una gruta de Creta.

En una ocasión, cuando Zeus jugaba con Amaltea, le arrancó uno de sus cuernos, produciéndole un tremendo dolor. Cuando el futuro Padre de dioses y hombres creció, concedió al cuerno arrancado el don de la abundancia (conocido desde entonces como Cornucopia o Cuerno de la Abundancia).

También el Olímpico tomó la piel de la cabra en su lucha contra Titanes siguiendo los consejos de un oráculo, pues esta piel era invulnerable y en el centro del lomo tenía la cara de la Gorgona Medusa, que petrificaba a quienes la miraban. Con ella se fabricó un escudo que legaría a su hija Atenea. Recubrió la carne de la cabra con otra piel, dotándole de vida e inmortalizándola en astro celeste.

De acuerdo a Eratóstenes (Catasterismos  13), la estrella de la Cabra forma parte del Auriga, en concreto está situada en el hombro izquierdo de éste.

Dámaris Romero
Profesora de Filología Clásica de la UCO 

jueves, 12 de diciembre de 2013

Mitos y leyendas de la provincia de Córdoba (VIII): Villa M.



No muy lejos de una antigua estación de tren, se encontraba Villa M., una preciosa casa antigua, con unas hermosas palmeras que adornaban la entrada. Los propietarios, M., de quien tomó el nombre aquel caserón, y su esposo. A escasos metros estaba otra casa, propiedad del cuñado de M., hermano de su esposo. Era una casa de aspecto más moderno, en la que había un huerto, y un pozo de gran  profundidad.

La relación de los tres era excelente y, a vista de todos, se trataba de una familia muy unida y feliz. Pero hace pocas décadas el destino quiso que esa felicidad se tornara en tristeza.

M., aunque mantenía un matrimonio feliz, se enamoró locamente de su cuñado, algo que, de forma inesperada, descubrió su marido cuando un día, al llegar a casa, los encontró juntos. Sin mediar palabra, salió de la habitación y, una vez M. se hubo quedado sola, fue a buscar su escopeta, y le asestó dos disparos causándole la muerte. Inmediatamente después, se dirigió a casa de su hermano y se arrojó al pozo, muriendo ahogado.

El amante de M. comprendió que su hermano había descubierto el romance que mantenían y, con el asesinato de esta y su posterior suicidio, no hacía otra cosa que condenarlo a vivir el resto de su vida con un sentimiento de culpa por lo sucedido. La situación le causó tan gran pesar que, siete días después de lo ocurrido, al no poder soportar la pérdida de la mujer a la que amaba, saltó al interior del pozo al igual que días antes hiciera su hermano, con la idea de reunirse con ella.

Con el paso de los años, lo que fue el hogar de M. y su esposo fue derribado, quedando un solar vacío. Sin embargo, la casa de su cuñado, aún sigue en el mismo lugar y, al parecer, aún deambula por sus pasillos su alma atormentada, que jamás llegó a reunirse con su amada.

El actual propietario de la casa pretendía reformarla, pero se ha dado por vencido. Cada vez que lo intenta, se derrumba misteriosamente todo aquello que construye. Según cuentan, es el propio amante de M., que no quiere que nadie habite la casa en la que pensaba pasar el resto de sus días junto a la que fuera el amor de su vida.

Inmaculada Muñoz

(*Hemos omitido los nombres tanto  de los personajes como el de
la localidad por respeto a los protagonistas de la historia).

lunes, 9 de diciembre de 2013

Pedales y solidaridad


Se acerca la Navidad y cerramos el "otoño" con dos novedosas actividades:

En primer lugar, el miércoles 11 de diciembre realizamos un recorrido en bicicleta de nuestra ruta nocturna Leyendas de Córdoba, en colaboración con Bed and Be, que aporta los ciclos a quienes no tengan de su propiedad. Comenzará a las 19:00 hrs. y el precio será más barato de lo habitual: 10 euros.

Por otro lado, el sábado 21 de diciembre a las 10:00 hrs. estrenaremos nuestra ruta "Más Leyendas de Córdoba" (centrada en el norte de la Axerquía), con  la particularidad de que, aprovechando de que se trata de fechas señaladas, los 15 euros por persona irán destinados al banco de alimentos

En ambos casos, y como es habitual, el teléfono para más información y las imprescindibles reservas es el 625080785. ¡Os esperamos!

Teo Fernández

lunes, 2 de diciembre de 2013

El mito del mes: Sagitario


A este signo se le conocía también en la Antigüedad con el nombre de ‘Arquero’, por el arma que sostiene en sus manos.

Sobre quién sería el ser catasterizado*, los mitógrafos ofrecen dos posibilidades: que fuera un centauro o que fuera Croto. Sin embargo, según Eratóstenes (Catasterismos 28), Sagitario no puede ser un centauro porque éstos no hacen uso del arco, un arma demasiado sofisticada para ellos. Así, sólo queda que sea Croto.

Croto era hijo de Pan y de Eufeme, nodriza de las Musas, de las que era hermano de leche y con las que vivía y cazaba en el Helicón. Según los autores, fue el inventor del tiro con arco, arma de la que se servía para cazar animales salvajes para su sustento. Cuando se juntaba con las Musas, como muestra de admiración hacia ellas por la exquisitez de su arte, les hacía gestos con las manos, aplaudiéndoles. Ellas, en agradecimiento, pidieron a Zeus que encumbrase a Croto, a lo que el Padre de dioses y hombres accedió transformándolo en estrella. A sus rasgos caprinos –pues era hijo del sátiro Pan- Zeus añadió el tiro con arco.

No obstante, el mitógrafo Higinio (Astronómica 2.27) presenta otra versión para explicar las extremidades equinas y la cola caprina de sátiro. Debido a su velocidad, a su agilidad en la caza y a su sensibilidad para el arte, las Musas quisieron recompensarlo y pidieron a Zeus que lo catasterizara. Así, Zeus, para que Croto exhibiera todas sus habilidades en un solo cuerpo, le concedió los costados de caballo, pues le encantaba cabalgar; le añadió las flechas, con las que mostraba su velocidad y su agilidad para la caza, y le hizo crecer la cola de sátiro, ya que las Musas disfrutaban de su compañía, como Dioniso con los sátiros.

Eratóstenes nos describe la posición de las estrellas en Sagitario de la siguiente manera: “En la cabeza tiene dos estrellas; en el arco, dos ; en la punta de la flecha, dos; en el codo derecho, una; <en> la punta de la mano, una; en el vientre, una brillante; <sobre> el espinazo, dos; <en> la cola, una; en la rodilla delantera, una; en el casco, una; <en la rodilla que tiene retrasada, una>: en total, quince” (traducción de José B. Torres Guerra).

Dámaris Romero
Profesora de Filología Griega de la UCO


*Convertido en estrella.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Fantasmas de Córdoba (III): de niños, monjas y despachos


Muy cerca de la Mezquita-Catedral de Córdoba se encuentra un antiguo horfanato en el que se han vivido múltiples sucesos inexplicables.

Lo más impactante parece ser la fantasmagórica figura de una monja que no pocos funcionarios aseguran haber visto en una habitación destinada a alojar archivos. Y, curiosamente, el más escéptico y reacio a creer en ella, apostilla su negativa sobre esas apariciones con un intrigante "pero algo sí que hay".

Estos hechos extraños llegaron al punto de que un vigilante de seguridad que debía hacer una sustitución durante un mes (por vacaciones), se negó desde el primer momento a quedarse a solas. Según nos cuentan, llegaba a provocar que saltasen las alarmas durante la noche para que viniera más gente y apenas duró unos días en la mencionada sustitución.

Pero el más escalofriante detalle fue un simple comentario. Un hombre que se había criado en ese lugar lo visitó, tras décadas sin pisar Córdoba, llevado por la nostalgia. Cuando le ofrecieron pasar a la zona en la que los trabajadores actuales afirman ver a la mencionada monja (de la que no le habían hablado), él rechistó: "no, ahí no quiero entrar, que cuando yo vivía aquí, en esa habitación se aparecía una monja..."

Teo Fernández Vélez
Director Érase una vez Córdoba
(Información registrada)

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domingo, 3 de noviembre de 2013

Semana de Ánimas



La semana del Día de Todos los Santos (y que hemos llamado "Semana de Ánimas", por extensión de la noche de ese día)  ha sido muy completa para Érase una vez Córdoba:

El martes 29 y el miércoles 30 organizamos unas teatralizaciones en la discoteca Long Rock, que giraban, sobre todo, en torno a leyendas cordobesas. El jueves 31, la víspera de Todos los Santos, celebramos una edición especial de nuestra ruta nocturna Leyendas de Córdoba, pues en esa ocasión entramos a algunos de los edificios cuyas historias solemos contar desde fuera.

Cabe destacar la Capilla de San Bartolomé, integrada en la Facultad de Filosofía y Letras  (cuyo Decano vino a "presidir" la actividad por ser la primera vez que se hacía allí algo así) y el Palacio de Orive, del que recorrimos todos sus rincones a la luz de la luna (imagen). Para terminar la semana, viernes y sábado llevamos a cabo tres pases de nuestra ruta habitual.

Damos las gracias a todos los que han colaborado en ella haciéndola posible: Long Rock, nuestros actores (Isa Santofimia, Vicente Cornejo, Cristina Marabotto), Teatro Laboratorio Raquel Toledo, Bodegas Campos, Ayuntamiento de Córdoba y Universidad de Córdoba.

Teo Fernández

sábado, 26 de octubre de 2013

Mitos y leyendas de nuestra provincia (VII): Palacio de los Condes de Santa Ana (Lucena)



Todo empezó con las obras de restauración del antiguo Palacio de los Condes de Santa Ana y de la Vega, uno de los más bellos palacios barrocos de Lucena, allá por el año 2009. Los trabajadores encontraron en los sótanos del Palacio un hallazgo un tanto macabro: se trataba del cuerpo de un hombre enterrado y rodeado de varios crucifijos. El hecho se quedó en poco más que una anécdota y decidieron dejarlo tal y como lo habían encontrado sin llegar a saber la identidad del enigmático personaje. Pero, ¿qué era lo que había hecho este hombre para estar enterrado de tan extraña forma?

Pues bien, la historia se remonta a principios del siglo XX, cuando el Palacio de los Condes de Santa Ana fue adquirido por la familia Torres-Burgos. Y a esta familia le resultó muy extraño que la fachada, compuesta por cinco espectaculares balcones que dan a la c/San Pedro (una de las más señoriales de Lucena), no se correspondía con ninguna estancia interior. Es decir, por más que buscaban no daban con la habitación en la que se encontraban estos bellísimos balcones, así como otros tres que daban al primer patio del palacio.

Ante esto, la familia llamó a algunos albañiles, que, tocando sutilmente las paredes, hallaron que una sonaba a hueca. El nuevo señor del palacio dio la orden para que la derribaran y, cuál fue la sorpresa de todos los allí presentes, cuando ante sus ojos apareció un fastuoso salón de baile del siglo XIX.

Tras el hallazgo, la Familia Torres-Burgos se puso en contacto con un sobrino del último conde de Santa Ana, que les relató el por qué la familia se había deshecho de este maravilloso palacio, y el por qué de dejar tapiado el hermoso salón de baile:

Todo empezó en ese mismo siglo, el XIX, cuando el IV Conde de Santa Ana y de la Vega sorprendió a su esposa, doña Marina Fernández de Lincres, con su amante en este salón. Se decía que, a consecuencia de esto, el conde fue cegado por los celos y en ese mismo instante retó al amante de su esposa en la misma estancia, muriendo el amante a manos del esposo. Como venganza por su traición, el Conde dejó a su esposa encerrada en ese lugar, tampiando todos los balcones y entradas de acceso.

Como venganza, se dice que doña Marina roció todas las paredes con su perfume para que nunca su presencia cayera en el olvido. Murió allí, en ese salón que se convirtió en su tumba en vida. Finalmente, el señor conde hizo derribar una de las paredes y darle a su esposa santa sepultura en Granada, y tras esto dispuso volver a tapiar de nuevo la pared y vender el palacio.

Y, desde entonces, cuando la oscuridad de la noche se mezcla con el escalofrío de la madruga, se cuenta que en el palacio encantado de Santa Ana se ve una figura femenina que recorre todas sus estancias del palacio, hasta que finalmente su espectro desaparece en el sótano para reencontrarse con su amor...

Mayra Parejo
Auxiliar de Turismo de Tu Historia
(Fundación Ciudades Medias del centro de Andalucía)
Monitora de la ruta Lucena Oculta

viernes, 18 de octubre de 2013

El mito del mes: escorpio


Conocemos la historia que hay detrás de los signos zodiacales gracias a un tipo de literatura que surgió en Grecia ya en época tardía: los catasterismos, o dicho de otro modo, la conversión en estrella (aster) de seres divinos, humanos (héroes o simples mortales), animales e incluso de seres inanimados. Cada relato suele estar dividido en dos partes: una primera en la que el autor narra brevemente la mitología del personaje y la hazaña o el motivo que ha originado su transformación, y una segunda en la que se describe la constelación en sí. 

El autor más conocido es Eratóstenes de Cirene, director de la fabulosa Biblioteca de Alejandría. Entre sus múltiples obras, escribió un tratado titulado Catasterismos del que conservamos 44 relatos, entre los que se incluyen los doce signos del Zodíaco.
Así pues, comenzamos con Escorpio (Eratóstenes, Catasterismos 32). 

El signo zodiacal Escorpio debe su razón de ser al animal del que toma el nombre. De acuerdo a la versión más extendida entre los autores clásicos, la diosa Ártemis lo hizo surgir de la tierra como castigo a Orión, un gigante cazador, porque intentó violarla durante una cacería en Quíos –o en Delos-. El escorpión mordió al gigante hasta hacerlo morir. A pesar de ello, Zeus lo elevó al cielo como constelación para que todo aquel que lo observase conociera su fuerza y su poder.

Para que se conservase el recuerdo del castigo de Orión (morir a manos de un escorpión), Escorpio se encuentra siempre persiguiendo a Orión en el cielo.

Debido a su inmenso tamaño, Escorpio ocupa dos zonas del Zodíaco, según nos apunta Eratóstenes, entre las que se reparten sus pinzas por una parte, la correspondiente a Ofiuco, y su cuerpo y el aguijón por otra. Este autor nos indica también la posición de las estrellas en Escorpio: 

“En cada pinza tiene dos estrellas, muy brillantes las delanteras y más apagadas las de atrás; sobre la frente hay tres brillantes –la más intensa de las tres, la del medio, un poco hacia atrás-, dos sobre el vientre, cinco en la cola y dos en el aguijón. De entre todos sobresale por su brillo intenso una que hay sobre la pinza orientada al norte. Suman en total diecinueve” (traducción de Antonio Guzmán Guerra).

Dámaris Romero
Profesora de Filología Clásica de la UCO

viernes, 11 de octubre de 2013

Mitos y leyendas de la provincia de Córdoba (VI): el Mitra de Cabra



La escultura romana del dios Mitra matando al toro es una de las más relevantes y características del Museo Arqueológico de Córdoba. Fue hallada en 1951 por Francisco Castro y sus hijos Francisco y Antonio, en su huerta en la localidad de Cabra, mientras realizaban labores de siembra (actividad que muy comúnmente era causa de los hallazgos arqueológicos). Más adelante, en ese mismo lugar, aparecieron otras importantes piezas, hasta que finalmente salió a la luz toda una villa.

Pero, ¿quién es Mitra?

El culto a esta deidad de origen persa y asociada al sol, la fertilidad y la vegetación, se extendió a India y Roma. Y en esta se convirtió en una religión mistérica, esotérica e iniciática, de transmisión oral (no basada en escrituras sagradas), y cuyo ritual debía mantenerse en secreto. De ahí que los lugares donde se llevaban a cabo (mitreos) fuesen muy adecuados y subterráneos imitadores de la propia cueva del dios Mitra (en la imagen inferior, uno encontrado bajo la iglesia de San Clemente de Letrán en Roma).

La escena representada en la escultura que nos ocupa es la más caracterísitca de Mitra: la tauroctonía (muerte del toro), y de la que supone el testigo escultórico más destacado tras los existentes en Londres y el Vaticano. Según la mitología, Mitra montó al toro hasta que este quedó exhausto y luego cargó con él sobre los hombros hasta su cueva, donde recibió, a través de un cuervo, la orden de sacrificarlo. Y entonces entraron en escena otros elementos que también son imprescindibles en su iconología: el perro y la serpiente, que buscan alimentarse de la herida del toro, así como el escorpión que ataca los testículos del mismo.

En ocasiones, el mitraísmo se ha querido ver como un paralelo (o incluso un origen) de parte de la concepción divina del cristianismo: Mitra, además de un modelo a seguir, sería, en su papel de sol, un mediador entre el Dios celeste y el mundo terreno, como Jesús (además, no debemos olvidar que en el Imperio Romano se creó una fuerte identificación entre los elementos Sol-Apolo-Jesucristo-Emperador). En el propio episodio del Mitra Tauróctonos podemos hallar evidentes similitudes con la filosofía cristiana y muy especialmente con su iconografía (con el pastor, el cordero que lleva sobre sus hombros o el sacrificio de este por orden divina).

Es más, Mitra nació de una piedra; la, por ende, Petra generatrix, de la que todo surge. Pues bien, probablemente al lector le resulten familiares las palabras que, según los evangelios, Jesús dirigió a Petrus (Pedro), para designarlo la base de su religión (y que además aparecen en el interior de la cúpula de San Pedro del Vaticano): "Tu es petrus et super hanc petram aedificabo eclessiam meam, et tibi dabo claves regni caelorum" ("tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y te daré las llaves del reino de los cielos").

Teo Fernández Vélez
Érase una vez Córdoba




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lunes, 30 de septiembre de 2013

Leyendas de(L) Córdoba (I): Aquel penalti de Fermín y Reina...


El antiguo Estadio del Arcángel (que ocupaba el lugar donde hoy se encuentra el centro comercial homónimo) fue testigo hace cuatro décadas de un acontecimiento que no solamente trascendió la ciudad y el tiempo, sino los habituales límites del deporte. Y también diría, casi, los de la creatividad literaria, llegando a parecer uno de esos sugerentes cuentos de fútbol argentinos al estilo de "El penal más largo del mundo", que inspiró el film español de casi idéntico nombre.

Miguel Reina, actual Delegado de Deportes del Ayto. de Córdoba y padre de Pepe Reina (portero del Nápoles y habitual en la selección española) fue también guardameta, y tuvo una larga trayectoria en el Córdoba CF, FC Barcelona y Atletico de Madrid, siendo además el primer cordobés que se enfundó la camiseta de la selección española absoluta.

Durante su etapa en el el Barcelona le tocó ser uno de los protagonistas de la anunciada curiosa situación: en la penúltima jornada de la temporada 1971-72, el equipo culé intentaba dar caza al líder, el Real Madrid, y lo hacía visitando a un Córdoba C.F. que ya había descendido matemáticamente a Segunda División.

Para redondear la coyuntura, se daba el caso de que en el club blanquiverde jugaban dos madridistas cedidos: uno era Fermín, posterior "descubridor" de Raúl; el otro, nuestro actual seleccionador nacional, Vicente Del Bosque (ambos, en la imagen). Esta circunstancia no era inusual, ya que se debía a que realizaban el Servicio Militar Obligatorio en la base de Cerro Muriano.

Pues bien, resulta que con el 0-0 en el marcador, el árbitro señaló un penalti a favor del Córdoba. De manera excepcional, este no fue pateado por Manolín Cuesta, sino por el "madridista" Fermín, quien batió a un Reina que a punto estuvo de atajar el duro y ajustado disparo. Ese 1-0 se mantuvo el resto del partido y sería el resultado definitivo.

Parece que en Barcelona no le perdonaron este hecho al guardamenta, pues se dice que algunos aficionados culés quemaron su coche, argumentando que había sido el culpable de que, a la postre, el equipo no consiguiera su objetivo de arrebatarle el campeonato al Real Madrid.

Pero, olvidando este último, desfortunado y aislado detalle, la paradoja de la trama general (que un jugador del Madrid, circunstancialmente en el Córdoba, marcase a un portero cordobés que jugaba en el Barcelona y que ello terminase dándole la Liga a los merengues) viene a ser, como hemos empezado diciendo, digna de la literatura, considerándose una de las anécdotas más curiosas de la historia del club de nuestra ciudad y, sin duda, la más famosa.

Teo Fernández
Imagen: cordobadeporte.com


domingo, 22 de septiembre de 2013

Primer cumpleaños


La semana que comienza mañana, nuestra ruta Leyendas de Córdoba cumple un año de recorridos semanales, pues fue el último fin de semana de septiembre de 2012 cuando empezamos a ofertarla de forma regular y abierta a la visita individual.

Para celebrar este mes del aniversario, hemos tenido la suerte de llevar a cabo la V Noche de las Leyendas (nuestra ya clásica velada de relatos en el patio de c/San Basilio n.50), que fue muy del agrado de los asistentes. Y también, coincidiendo más plenamente con la efeméride, de poder participar este fin de semana en la Semana Europea de la Movilidad; así como, los dos próximos, en la Jornada Europea de la Cultura Judía en colaboración con el Ayuntamiento de Córdoba (dando mayor protagonismo a las leyendas de este ámbito).

No son las únicas novedades que nos traerá el otoño, pues debemos incuir nuestra página web, las nuevas y ya anunciadas rutas Más Leyendas de Córdoba y La Córdoba de las 1001 Noches o los Encuentros de Leyenda. Esperamos que os gusten.

Teo Fernández.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Más paseos de leyenda...


No son pocos los cordobeses que nos preguntan si realizamos más rutas del mismo estilo que la nocturna Leyendas de Córdoba, o si vamos cambiando el contenido de esta (para volver a venir más adelante).

Siempre hemos comentado que manejamos tanto material que podríamos hacerla tres veces (con dos horas de duración) casi sin alterar el recorrido y sin repetir historias; pero que preferimos mantener un discurso fijo por motivos diversos. Sobre todo, para que el rodaje la perfeccione o para que los turistas reciban la información que consideramos principal.

Por todo ello, este otoño comenzaremos a ofrecer la ruta MÁS leyendas de Córdoba, que recorrerá los barrios de nuestro casco antiguo no incluidos en el paseo original. Y también el concepto será diferente, pues, al ser matinal, tendrá más curiosidades y será más relajada; de hecho, pararemos a desayunar.

Os iremos informando,

Teo Fernández.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Los mitos y el cine (III): Ahora me ves...



 

Acérquense...

La información que tenemos sobre la existencia en la actualidad de un grupo o sociedad secreta llamada “El Ojo de Horus”, como se plantea en la película Ahora me ves, resulta prácticamente nula. Sin embargo, sí que sabemos de un grupo real con ese nombre (el que se menciona en el film como origen del actual) en la época del Antiguo Egipto.

Fueron las investigaciones del egiptólogo y matemático R. A. Schawaller de Lubicz las que dieron como resultado el descubrimiento de una cerrada organización sacerdotal llamada “La Escuela de misterios del Ojo de Horus”. El objetivo de dicha escuela era la de elevar el nivel de consciencia de su pueblo construyendo una serie de templos a lo largo del Nilo. Estos fueron utilizados a lo largo de los años como “libros vivos” que hacían conocedores del funcionamiento del universo a las generaciones venideras. 

Sus sacerdotes estructuraron una sociedad que se basaba en dos conceptos fundamentales: La Reencarnación cómo método divino para que el espíritu del hombre evolucionase al adquirir información del Universo y la Iluminación como paso final del anterior proceso.

Quizás sea este traspaso de conocimiento secreto que era el elemento fundamental para la existencia de esta sociedad, el que ha llevado al autor del guión a usar este grupo como vehículo principal del argumento de la película. El asunto del Ojo de Horus siempre se ha visto envuelto en un halo de magia y misterio, puesto que cuenta el texto que narra la disputa entre Horus y su tío Seth por conseguir la herencia de Osiris, que este último le arrancó los ojos a su sobrino. Hay diferentes versiones sobre quién restituye los globos oculares de Horus. Pero sea Hathor o Thot, ambas versiones conllevan el uso de la magia para dicho efecto.  Ya en el Antiguo Egipto, el Ojo de Horus fue usado como elemento apotropaico y mágico, lo que hace que sea aún más adecuado para dicho argumento.

La película trata el tema de la magia, pero no la magia como se entendía en la Antigüedad, la cual era más un elemento de sanación, protección, o incluso se podía utilizar como un elemento para producir el mal. En este caso, hablamos de la magia “moderna”, aquella que trata de engañar al ojo humano por medio de lo que llamamos trucos. Puede también tener algún tipo de explicación y relación con el símbolo de este ojo, puesto que el animal que representa a este dios es el halcón y debemos saber que el cerebro de este animal es retiniano, es decir, que tiene los órganos cerebrales más desarrollados. Esto nos lleva a buscar en  Horus el simbolismo del ojo y su relación con la consciencia visual, aquella que se  engaña con los llamados “trucos de magia”.

A lo largo de la película vemos como se tratan además conexiones entre la magia común y corriente de espectáculos con versiones ocultistas como la mitología egipcia, con las cartas del  Tarot y el vudú.

Azahara Serrano
Historiadora especialista en mitología de Oriente Medio.

domingo, 25 de agosto de 2013

Nueva experiencia...


La Experiencia La Córdoba de las 1001 noches es mucho más que un simple "tour" porque ofrece al visitante una vivencia en conjunto de nuestro legado islámico: su sugerente urbanismo, su apasionante historia, su característica arquitectura*, su herencia artesanal, sus mágicas leyendas y su personal gastronomía**. Exóticos lugares, relatos y sabores disfrutados con el inigualable decorado del atardecer...

*No incluye entrada a la Mezquita ni ningún otro monumento (cerrados a esa hora). Se realizan en el exterior explicaciones de las ideas fundamentales y curiosidades sobre la misma (por ello, resulta ideal para quien pretenda visitarla después por libre).
** Degustación de tés y dulces (damasquinos) en una preciosa tetería.
*** Guiada por un Historiador del Arte.

Fecha estreno: por confirmar.
Calendario y hora: sábados a las 17.30.
Duración: 2 hrs.
Número máximo de personas por grupo: 20 (aprox.), para no perder calidad en el mismo.
Precio: 16 euros. (incluye desgustación). Niños de 10 a 14 años: 10 euros (también la incluye). Más pequeños: gratis con degustación optativa (5 euros).
Imprescindible reserva: 625080785.
Recorrido en castellano (posibilidad de grupos aparte en inglés o italiano).