lunes, 30 de septiembre de 2013

Leyendas de(L) Córdoba (I): Aquel penalti de Fermín y Reina...


El antiguo Estadio del Arcángel (que ocupaba el lugar donde hoy se encuentra el centro comercial homónimo) fue testigo hace cuatro décadas de un acontecimiento que no solamente trascendió la ciudad y el tiempo, sino los habituales límites del deporte. Y también diría, casi, los de la creatividad literaria, llegando a parecer uno de esos sugerentes cuentos de fútbol argentinos al estilo de "El penal más largo del mundo", que inspiró el film español de casi idéntico nombre.

Miguel Reina, actual Delegado de Deportes del Ayto. de Córdoba y padre de Pepe Reina (portero del Nápoles y habitual en la selección española) fue también guardameta, y tuvo una larga trayectoria en el Córdoba CF, FC Barcelona y Atletico de Madrid, siendo además el primer cordobés que se enfundó la camiseta de la selección española absoluta.

Durante su etapa en el el Barcelona le tocó ser uno de los protagonistas de la anunciada curiosa situación: en la penúltima jornada de la temporada 1971-72, el equipo culé intentaba dar caza al líder, el Real Madrid, y lo hacía visitando a un Córdoba C.F. que ya había descendido matemáticamente a Segunda División.

Para redondear la coyuntura, se daba el caso de que en el club blanquiverde jugaban dos madridistas cedidos: uno era Fermín, posterior "descubridor" de Raúl; el otro, nuestro actual seleccionador nacional, Vicente Del Bosque (ambos, en la imagen). Esta circunstancia no era inusual, ya que se debía a que realizaban el Servicio Militar Obligatorio en la base de Cerro Muriano.

Pues bien, resulta que con el 0-0 en el marcador, el árbitro señaló un penalti a favor del Córdoba. De manera excepcional, este no fue pateado por Manolín Cuesta, sino por el "madridista" Fermín, quien batió a un Reina que a punto estuvo de atajar el duro y ajustado disparo. Ese 1-0 se mantuvo el resto del partido y sería el resultado definitivo.

Parece que en Barcelona no le perdonaron este hecho al guardamenta, pues se dice que algunos aficionados culés quemaron su coche, argumentando que había sido el culpable de que, a la postre, el equipo no consiguiera su objetivo de arrebatarle el campeonato al Real Madrid.

Pero, olvidando este último, desfortunado y aislado detalle, la paradoja de la trama general (que un jugador del Madrid, circunstancialmente en el Córdoba, marcase a un portero cordobés que jugaba en el Barcelona y que ello terminase dándole la Liga a los merengues) viene a ser, como hemos empezado diciendo, digna de la literatura, considerándose una de las anécdotas más curiosas de la historia del club de nuestra ciudad y, sin duda, la más famosa.

Teo Fernández
Imagen: cordobadeporte.com


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