domingo, 29 de junio de 2014

El signo del mes: Cáncer




Para hablar de la catasterización (transformación en estrella) de Cáncer es necesaria la presencia de un héroe, Heracles, y un monstruo, la hidra de Lerna.

Uno de los doce trabajos de Heracles consistía en matar a la hidra de Lerna, monstruo criado por Hera, esposa de Zeus, para matar al héroe, al que odiaba por ser éste hijo de una de las amadas por el dios. Suele ser representada como una serpiente de varias cabezas –oscilan según los autores entre seis y cien-, de las cuales una es inmortal. El resto de ellas eran mortales y su número se doblaba cuando eran cortadas. Para vencerla, Heracles necesitó la ayuda de su sobrino Iolao, quien quemaba el “cuello” de cada cabeza cortada –para que ésta no se reprodujese- con tizones de árboles quemados de un bosque cercano previamente incendiado. La cabeza inmortal fue cortada y enterrada, y sobre ella el héroe griego colocó una gran piedra.

Hera envió una ayuda extra a la hidra en forma de cangrejo, crustáceo que vivía en el pantano de Lerna. Éste picó a Heracles en el talón y el héroe, enfurecido, lo aplastó.

Cárcino –o el cangrejo- fue catasterizado por Hera por la ayuda prestada en la lucha y por su sacrificio.

Sin embargo, la constelación de Cáncer queda incompleta si no se recoge la historia de los Burros. Varios son los mitos que se relatan sobre ellos.

Uno de ellos (Higinio, Astronómica 2.23) remite de nuevo a Heracles, cuando Hera lo volvió loco. El héroe se dirigía al oráculo de Hera en Dodona para preguntar a la diosa cómo recobraría su perdida salud mental, cuando un pantano le impidió seguir su camino. De repente, dos burros se le aparecieron y uno de ellos le sirvió como medio para cruzar el pantano sin que sus pies tocaran el agua. Finalmente, llegó al templo de Hera y por ello, los burros fueron colocados entre las estrellas.

La segunda versión la trasmite Eratóstenes (Catasterismos, 11) de la siguiente manera: “Se dice que, cuando los dioses salieron en campaña contra los Gigantes, Dioniso, Hefesto y los Sátiros marchaban a lomos de burros. Cuando los Gigantes no habían sido vistos aún por ellos, aunque ya se hallaban cerca, los burros rebuznaron y los Gigantes, al oír el ruido, se dieron a la fuga. Por ello se les concedió el honor de figurar en el Cangrejo, hacia la parte de poniente”.

Eratóstenes, de nuevo, nos describe la posición de las estrellas en el Cangrejo así:
“El Cangrejo tiene, sobre su caparazón, dos estrellas brillantes: éstos son los Burros; la nebulosa que se ve allí es el Pesebre: parece que se hallan de pie a su lado. En cada pata del lado derecho tiene una estrella de brillo escaso; en las de la izquierda, en la primera hay dos de brillo escaso, en la siguiente <dos> y en la tercera <una>. De igual manera, en el extremo de la cuarta hay <una>, en su boca <una> y, en la piza derecha, tres; en la pinza izquierda tiene <dos> similares, <no> grandes: en total, dieciocho” (traducción de José B. Torres Guerra).

Dámaris Romero
Profesora de Filología Clásica de la UCO


jueves, 26 de junio de 2014

Córdoba Subterránea: Desciende al pasado


El 28 de junio tiene lugar el estreno abierto al público de Córdoba Subterránea. Desde ese día, todos los sábados y domingos a partir de las 11:00 de la mañana, y con unas dos horas de duración, desarrollaremos un recorrido que visitará cuatro yacimientos subterráneos de nuestra ciudad.

El primero y el último (Baños califales y teatro romano) están habitualmente abiertos al público, pero son poco conocidos incluso por la mayoría de los cordobeses; los otros dos (ambos romanos) se abren al público sólo para visitas esporádicas, normalmente por parte de nuestros amigos del programa Arqueologia somos todos. Con esta nueva actividad queremos contribuir a su divulgación convirtiendo en semanal la posibilidad de conocerlos.

De este modo, la ruta cumple los dos pilares de la filosofía de Érase una vez Córdoba: Por un lado, trabajar con elementos de nuestro legado que consideramos que no están suficientemente aprovechados. Por otro, hacerlo teniendo un hilo conductor especialmente atractivo que nos permite reconstruir la ciudad histórica (si en otra ruta son las leyendas, aquí es el hecho de encontrarse bajo tierra).

Lamentablemente, no accedemos al famoso "lago" de las Tendillas por motivos de seguridad. Pero el agua es un eje temático de toda la ruta por su presencia en todos los lugares visitados, de forma que al final de la misma estrechamos el cerco al mencionado "lago"... Incluso podríamos decir que, en cierto modo, el "lago" se encuentra en otro sitio...

¿Quieres saber dónde?

¡Te esperamos!

Teo Fernández Vélez
Érase una vez Córdoba



jueves, 12 de junio de 2014

Mitos y leyendas de nuestra provincia (XII): El milagro de Ntra. Señora de la Antigua (Hinojosa del Duque)




[…] En el pasado año de 1921, sucedió un hecho verdaderamente prodigioso. Un niño de poco más de dos años de edad, en una tarde del mes de abril, llevando a pastar  a su predilecto corderito, se elejó, ¿ se alejó del cortijo o casa de campo y vino a sorprenderle la noche. El corderito volvió a la [p. 256] querencia de la majada; pero, ¿y el niño dónde se había quedado…? Se presentó la noche: una noche fría y sin luna, únicamente alumbrada por el parpadeo de las estrellas; y sin más ruido, que los aullidos de las fieras y los graznidos de las aves de rapiña. ¡Pobre niño!... ¿Dónde estará…? Sus padres lo buscan desolados: lo mismo hacen con verdadero ahínco todos los colonos y vecinos de los cortijos limítrofes… Llevan luces, dan voces, llaman a gritos, pero… ¡el niño no responde…! ¿Habrá sido pasto de las fieras…? La Guardia Civil, reclamada, acude desde el puesto de Hinojosa y patrulla por los alrededores; pero ¡todo sin fruto…!

            Amanece el día; y los campos se presentan cubiertos con una blanca sábana de escarcha… ¡Pobre niño…! ¡Estará helado…!

            Mas, he aquí, que cuando el sol todo lo alumbra con sus rayos, el niño, plácidamente dormido y recostado sobre su bracito, es hallado por unos vecinos…

            -¿Has tenido frío…? ¿Tienes ganas de comer…? –le preguntan.

            -No… ¡Ha estado conmigo una muchacha…!

            En esto llega el Domingo, día señalado para ir por la Sma. Virgen.. El niño, acompañado de sus padres, acude a la Ermita para entregar a la Virgen de la Antigua el corderito ofrecido por estos en las horas de angustia; pero… ¡oh prodigio…! Al ver a la Señora, exclama:

            -¡Esa es la muchacha, que estuvo conmigo, me dio de comer y me calentaba…!

            ¡El entusiasmo y el alborozo del pueblo congregado, para oír misa, fue indescriptible…! ¡Los gritos y vivas fueron ensordecedores…!

            Verdaderamente se cumplió una vez más, ¡que ninguno de los que han acudido a su protección, implorando su asistencia, y reclamado su auxilio, haya sido abandonado…!

            El niño se llama Ambrosio Arellano Moreno, hijo de Gregorio y Petra.



RUIZ RAMOS, Fr. Juan: La ilustre y noble villa de Hinojosa del Duque.
Jerez de la Frontera, 1922, pp. 255 y 256
Enviado por Luís Romero Fernández, cronista oficial de Hinojosa del Duque

Imagen: www.diocesisdecordoba.com