viernes, 22 de julio de 2016

El mito del mes: Julio



Con Julio comienza la serie de meses que reciben su nombre de acuerdo a la posición que ocupan en el calendario romano. Este mes era el quinto, por lo que al principio se le nombró como Quintilis. Fue Marco Antonio, un cónsul del siglo I a.C., quien le cambió el nombre en honor de Julio César, que en ese momento poseía el título de dictator perpetuo, puesto que éste había nacido en este mes.

Una de las fiestas que se celebran durante este mes es la Neptunalia, el 23 de julio, en honor de Neptuno, dios de las aguas. En esta fiesta tiene lugar el sacrificio de un cabrito, para que las fuentes mantuviesen el agua durante “la estación atroz de la canícula encendida” (Horacio, Oda 3.13). También en honor de Neptuno se plantaban árboles durante estas fiestas. Por desgracia, poco más nos dicen los autores de esta fiesta.

Es en el calendario griego donde en este mes, el Hecatombeon, se celebraba una de las fiestas más importantes en honor a Atenea: las Panateneas, que conmemoraba la victoria de la diosa sobre los Gigantes que se sublevaron contra el reinado de Zeus, su padre.

Las fiestas comenzaban con una procesión que recorría los lugares más importantes de la ciudad: el Cerámico, el Ágora hasta subir a la Acrópolis por los Propileos y rodearla, de modo que la procesión terminara en lado este del templo, frente al altar de la diosa. Probablemente sean los mismos frisos del Partenón la mejor fuente que en la actualidad haya para ilustrar quiénes participaban (ciudadanos jóvenes y adultos e hijas de ciudadanos, metecos y sus hijos, incluso extranjeros aliados) y qué llevaban en esta procesión (cestas con ofrendas para la diosa y jarras de agua, animales para el sacrificio). El objetivo era revestir a la estatua de la diosa con su nuevo peplo, tejido por las muchachas escogidas de entre las familias más importantes. En el peplo estaban bordadas las luchas de Atenea contra los Gigantes.

           Tras la procesión y el revestimento de la estatua, se procedía al sacrificio de los animales y la repartición de su carne en el Cerámico entre los miembros de los demos en proporción a los miembros que habían enviado a la procesión.

            El espíritu alegre y festivo que habría puede ayudarnos a imaginarlo este fragmento de Baquílides (frag. 4), en ocasión de otra fiesta: 

          "Sobre artísticos altares en honor de los dioses se quemen con rubia llama muslos de bueyes y de ovejas de buena lana, y que los jóvenes se ocupen de los ejercicios atléticos, de las flautas y de los cortejos (….) De amables banquetes se colman las calles, e himnos en honor de niños se alzan como llamas" (Traducción de Fernando García Romero)

Dámaris Romero
Profesora de Filología Clásicade la UCO

miércoles, 13 de julio de 2016

Érase una vez Julio Romero de Torres




Superado el ecuador del 2016, comienza la cuenta atrás para Érase una vez Julio Romero de Torres (“El mes de Julio Romero de Torres”), proyecto que presentásemos el pasado enero en FITUR. Se trata de la evolución lógica de las conmemoraciones que venimos realizando todos los años en torno a la fecha de nacimiento del pintor (9 de noviembre).

Concretamente, seguirá la línea de la que se llamó 140 años de Duende (2014), que tuvo nueve días de duración y cuyo programa se puede ver en nuestra web. De esta forma, durante noviembre de 2016 tendrán lugar cuatro actividades cada semana (conferencias, exposiciones, rutas...) coordinadas e impulsadas por nosotros pero organizadas en gran medida por otras entidades que se han sumado al programa desinteresadamente.


Esos colaboradores son: Patronato Provincial de Turismo de Córdoba, Fundación PRASA, Mercado Victoria, Fundación Cajasur-Palacio de Viana, Asociación de Amigos de los Patios Cordobeses, Facultad de Filosofía y Letras de la UCO, Mercedes Valverde (Directora del Museo Julio Romero de Torres), PTV Córdoba, Hannover Gestión Integral, Urban Sketchers Córdoba y Museo Carmen Thyssen de Málaga.

Por nuestra parte, organizaremos las rutas culturales sobre el pintor. Las habrá tradicionales y una que muestre piezas que no suelen ser vistas por el gran público. Pero además, siguiendo el trabajo divulgativo sobre leyendas que llevamos desarrollando cuatro años, incluiremos la nueva Leyendas de Julio Romero de Torres, que tratará curiosidades y enigmas sobre el mismo.

Cuando el programa esté completamente definido podrá consultarse en www.julioromerodetorres.es. Puedes dejar el correo electrónico en la casilla indicada al respecto y te mantendremos informado :)


Aviso legal: "Érase una vez..." es una marca registrada en los epígrafes referentes a actividades culturales y turísticas y que desarrolla su actividad como Érase una vez Córdoba, Érase una vez Granada, Érase una vez Julio Romero de Torres, etc.


domingo, 3 de julio de 2016

¿Hubo brujas en Córdoba...?


La tradición señala que el barrio de Santiago era el de las brujas en Córdoba. También susurra que fue allí donde se alojaron los templarios, si es que estuvieron en nuestra ciudad. Esas callejas esconden viejos secretos, como la alcantarilla mágica de la que hace siglos emanaba un fabuloso olor, y también rincones abominables como el antiguamente llamado Panderete de las brujas, donde, según se dice, tenían lugar aquelarres y otros acontecimientos malditos.

Por eso, en nuestro deseo de ofrecer actividades novedosas, en verano del 2014 creamos en torno a este barrio la ruta nocturna Brujería y hechicería en Córdoba, cuya próxima edición será el jueves 7 de julio de 2016 (info aquí). Y también por eso, en nuestra intervención mensual del mítico programa radiofónico Otros Mundos de junio de 2015, por la proximidad de la noche de San Juan, hablamos sobre este barrio y sobre uno de los personajes más diabólicos de nuestra historia local...

Puedes escuchar el audio aquí (desde el 122:10).


Y si quieres conocer este tipo de mágicas historias, puedes dejar tu correo electrónico en la casilla de arriba a la derecha y recibirás gratuitamente los nuevos artículos del blog y nuestra agenda de actividades.

Descubre Córdoba con Érase una vez Córdoba
¡Que no te engañen con imitaciones!