domingo, 16 de diciembre de 2012

La ciudad que no quiso turistas


Hace varias semanas tuvo lugar una reunión conjunta de las comisiones de Turismo y Cultura de CECO con Salvador Fuentes, Presidente del Patronato Provincial de Turismo, en la que este planteó sus propuestas.

En ella, al fin escuchamos a una autoridad local hacer referencia a la evidente necesidad de unificar, por un lado, turismo y cultura; y, por otro, fuerzas, intenciones y criterios. Sin embargo, hubo también una referencia al empleo de la imaginación para crear nuevos reclamos en la ciudad, afirmación con la que estoy en desacuerdo, idea esta que expresamos en la misma reunión y sobre la que nos extendemos en estas líneas.

Córdoba no necesita utilizar la imaginación, sino llevar a cabo un mejor aprovechamiento de lo que ya posee. No me muevo por encuestas, sino por algo menos científico pero no por ello menos objetivo y quizá sí que más fiable: el trato directo con los visitantes semana tras semana.

Pueden creerme si les digo que la mayoría de los turistas, por ejemplo, no visita la Plaza de la Corredera, y mucho menos el Museo de Julio Romero de Torres o (ahora que están en boca de todos) algún patio. Y no miento si añado que un número sorprendente de los mismos se marcha tras un fin de semana en nuestra ciudad sin saber que existe Medina Azahara, la Calle del Pañuelo o Caballerizas Reales (a pesar de entrar al Alcázar de los RR.CC.).

En el mismo orden de cosas habría que revisar los horarios, pues no es de lógica ni de recibo que museos, monumentos u oficinas de información tengan un tiempo de apertura reducido un sábado o un festivo incluso dentro de un puente (como ha ocurrido en el de la Constitución-Inmaculada).

Pero además de las deficiencias en la publicidad/información, también carecemos, como empecé diciendo, de una adecuada gestión de la materia prima. Evidentemente, nuestra bandera es la Mezquita-Catedral y ahora tenemos el boom de los patios. Pero así como aquella no es suficiente, estos no ofrecen facilidades de explotación debido a su carácter doméstico. Sin embargo, sí que existen otros dos iconos que podrían convertirse en auténticas marcas autóctonas:

Uno es el caballo andaluz, que sufre de los males endémicos de Córdoba: anquilosamiento, desunión y autocomplacencia. Debido a ello necesita, por desgracia y por naturaleza, del liderazgo y coordinación de la Administración para poder crear objetivos comunes y aunar esfuerzos.

El otro, Julio Romero de Torres, resulta aún mejor como producto, por originalidad y por ser mucho menos imitable. Además, aunque suene poco ortodoxo, tanto su obra como el entorno del Museo son quienes mejor encarnan la esencia de nuestra ciudad. Y debería disfrutar de la agilidad en la gestión que supone no sufrir la misma dispersión que el sector ecuestre y ser de propiedad pública. Sin embargo, una vez más, tenemos lo que queremos tener: el Museo JRT no solamente presume de escasa actividad, sino que quien esto escribe intentó hace poco incluirlo en rutas culturales y turísticas y las respuestas que encontró fueron, cuanto menos, llamativas.

Por ello insisto en que no se trata de crear novedosos, rocambolescos y futuristas reclamos, normalmente caros y a menudo polémicos. Nos bastaría con una coordinación mejor de la existente entre instituciones, una  información y horarios adaptados a las necesidades del usuario y, sobre todo, un adecuado escalonamiento a modo de producto o marca de lo que son nuestros elementos diferenciadores.

Sin embargo, conociéndonos, seguiremos buscando excusas para no mejorar lo mejorable o no abrir los museos cuando la gente tiene tiempo de ir. En resumen, para no mover un dedo. Y así poder seguir haciendo algo que nuestra idiosincrasia necesita: quejarnos (y sólo quejarnos) de que el dinero (el turismo) lo tienen otros.

Teo Fernández

2 comentarios:

  1. Hay otra cosa que sería muy interesante para los turistas, la Torre de la Calahorra (espero que lo he escrito bien). Sería buen idea que los encargados de turismo de Córdoba visitará alguna ciudad Británica y vean como aprovechan su historia alli para atraer turistas y aplicar las mismas técnicas en Córdoba. Yo sé que lo de la Torre de la Calahorra fue idea de un francés (resido en Córdoba y he llevado estudiantes de español a ver cosas de Córdoba, como el Palacio de Santa Marina, Medina Azahara, etc y creo que hay muchos puntos históricos que se podría hacer mucho mas atrayente para turistas y atraer turismo que quiere aprender algo de la cultura historica de Córdoba. En fin.... ¿Cuanta gente sabe la historia, del poder de Córdoba en el pasado? Esto es lo que se debe contar atraves del museo arquelogico, con otro sistema de enseñar lo que hay alli, que estimula la curiosidad de los visitantes, en lugar de hacerlo una visita un tanto aburrida ahora mismo. Hay museos en Inglaterra que recrean la vida historica, de fabricas (textiles), de estilos de pueblos años atras, etc. (Gente se visten de la epoca y enseñan cosas a los visitantes de dicha epoca) ¿Por que no se puede hacer algo parecido en Córdoba? Así, incluso se podría traer excursiones educacionales, tanto de estudiantes de español y su cultura como estudiantes de la historia de España de otras partes del pais... por ejemplo. Siento escribir algo tan largo, pero creo que la historia de Córdoba podría ser MUCHISIMO mas aprovechada para atraer los turistas. Incluso el molino en el rio y los edificios relacionados con el molino....

    Siento insistir en Inglaterra y como enseñen sus museos, etc y como los hacen más interesante, pero es el único que conozco donde visitar museos, galerias de arte, etc, no se hace aburrido y donde conservan el entorno histórico para el disfrute de los turistas, en lugar de destruirlo, como han hecho con la entrada a los baños arabes. Ahora parece la entrada a un metro, en lugar de la entrada a unos baños de siglos atras, es una verdadera lástima. Asi pierde turismo en lugar de atraerlo.

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  2. maria de las mercedes10 de febrero de 2013, 17:03

    Es todo cierto, tenemos una ciudad que no demostramos lo que vale, habiendo ciudades que no tienen ni la mitad de nosotros y la saben valorar, toda Cordoba es una joya y tenemos que estar mas que orgullosos de lo que tenemos, que es mucho.

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