lunes, 1 de junio de 2015

Mitos y misterios de la arqueología cordobesa (IV): la estela de Ategua


Hoy nos vamos mucho más atrás en el tiempo de a lo que habitualmente os tengo acostumbrados en este ciclo. En este caso nuestro viaje se remontará al siglo X – VII a.C. con la conocidísima Estela de Ategua.

Esta enigmática piedra caliza blanca grabada, que ahora se encuentra en el Museo Arqueológico de Córdoba, fue encontrada en el Cortijo de Gamarrilla, próximo al yacimiento de Ategua.

Y vosotros me diréis: “bueno, sí, ¿pero qué es una estela y qué quiere decir esta en concreto? Porque vaya cosa más rara nos has puesto hoy”. Y yo os diré que una Estela no solo es una actriz del destape a la que Fernando Esteso le chupó un pezón, sino que también es un elemento de la Edad del Bronce cuya función todavía se desconoce pero que está caracterizado por sus grabados percutidos que generalmente representan armas u otros objetos como figuras humanas, espejos, peines, navajas, pinzas, instrumentos musicales…

Tela, ¿verdad? Pues que sepáis que más allá de esto, todo son hipótesis acerca de para qué servían. Es decir, no se sabe todo lo que nos gustaría de ellas por lo difícil que es teorizar con la prehistoria. Aun así, algunos dicen que estas grandes losas de piedra estarían relacionadas con ritos funerarios, pero solo 4 de las 120 encontradas están en el perímetro de enterramientos. Otros, que si no hay muertos asociados a ellas a lo mejor es que era una manera de recordar a los que ya no estaban. Un poco siguiendo esta idea, también se ha dicho que quizá estuvieran relacionados con héroes, cenotafios (tumbas vacías también entendidas como monumentos funerarios), o incluso con la rememoración de batallas.

Otra interpretación que nos falta defiende que quizá las estelas fueran elementos limitadores del territorio. Mojones, vaya. De ser así, encajarían en la idea de que en la Edad del Bronce existía una jerarquización social fuerte en las comunidades que respondería al control de la tierra y de las materias primas. Y por tanto, aquellos que encargarían la erección de estas piedras serían las familias más importantes de la comunidad, la que se las pudieran permitir. Es decir, existirían comunidades diferenciadas entre sí  y jerarquizadas en su interior en las que las élites utilizarían las estelas como elementos de demarcación del territorio. “Te planto esta piedra aquí para que sepas que to’ este campo y las vaquitas que hay en él son míos” dirían ellos.

Y la última interpretación, más parecida a esta anterior que a las primas, sería que las estelas sirvieran para marcar rutas ganaderas, o zonas de metales, pero no existe una intervisibilidad entre ellas, es decir, a gran escala no parecen formar caminos ni demarcar espacios claros, por lo que lo único que podemos afirmar es que son claros marcadores simbólicos de algo.

Y después de todo esto tenemos la Estela de Ategua, con la que podemos casi “jugar” a ver qué hipótesis encaja.

De 1’63m de altura (que poco ha crecido para los  casi 30 siglos que tiene), es una de las más complejas e historiadas que existen en la Península Ibérica. Y también una de las más recientes. Dividida en tres partes en la zona superior nos encontramos con un guerrero con coraza rodeado de todo el repertorio de instrumentos posibles: un espejo, una lanza, una espada y un peine. Justo debajo la escena es otra. En este caso parece que encontramos una ceremonia funeraria, pues aparecen aquí un personaje tendido, presumiblemente muerto, y figuras cuadrúpedas que se han interpretado como objeto de sacrificio. Y en el tercer espacio vemos un carro conducido por una figura y tirado por animales que parece está acompañado por un cortejo funerario.

Ahora solo queda teorizar sobre lo que representa, que parece bastante claro, y para qué serviría, que eso ya no tanto. Y vosotros ¿qué creéis?


Isa Barrado
Colaboradora Honoraria
del Departamento de Historia Moderna 
de la Facultad de Filosofía y Letras
(Imagen: www.cordobapedia.es)

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1 comentario:

  1. Hola. Pues yo he pensado que los dibujos no son de Goya precisamente y pueden inducir a distintas impresiones... Bien, si tomamos el "peine" como un tipo de herramienta para serrar y el "espejo" como una herramienta afilada para grabar o cortar, podría ser más coherente todo el conjunto.

    Incluso podrían ser los prímeros rótulos anunciando los distintos "oficios" de la época. Éste en concreto puede referirse al lugar en donde se hacían carros, armas, yugos, etc...

    Saludos.

    Flori S. Barrado

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