Próximo a su muerte por cáncer, Randy Pausch escribía, en La Última Lección, que, si durante su vida una persona sigue firmemente su camino, cuando mira atrás comprende cómo se "unen los puntos". Esto es, de repente muchas cosas toman sentido y se "unen los puntos" conformando la figura adecuada. La figura de tu vida. O, mejor aún: la de tus sueños.
Yo miro atrás, a hace más de veinte años, y recuerdo que fue la serie Los Caballeros del Zodíaco la que me descubrió el fascinante mundo de los mitos y las leyendas. También recuerdo que, por entonces, mi creatividad (dicen que los hijos únicos nos vemos obligados a desarrollar más la imaginación) se convertía en un impulso de comunicar y expresar; una necesidad de transmitir.
Estudié Historia del Arte porque en esa licenciatura se aglutinaban diversos aspectos diferentes que me apasionaban: la expresión de esa misma creatividad, la presencia frecuente de mitos en las obras, así como la vinculación a disciplinas como la arqueología. Todo ello, sin tener muy claro cuál sería el futuro (salvo que trabajaría por mi cuenta).
Años después, en la primavera de 2012 (o sea, en plena crisis), nació Érase una vez Córdoba, en torno a la ruta Leyendas de Córdoba, siendo la primera iniciativa de nuestra ciudad centrada en la divulgación de leyendas. Me doy cuenta de que, sin tratarse de algo premeditado, este proyecto aglutinaba (y aglutina) tres cosas: "comunicar", trabajar con mitos (locales) y crear actividades novedosas. Justamente las que fueran aquellas tres necesidades o pasiones de pubertad. El círculo parece, así, haberse cerrado; los puntos se han unido.
Desde entonces, hemos logrado, gracias al trabajo de todo el equipo, diversos pequeños pero simbólicos hitos, como realizar la primera visita nocturna oficial a la Facultad de Filosofía y Letras (a la que incluso asistió el Decano) y al Palacio de Orive. O ser la primera empresa en divulgar leyendas de nuestra ciudad fuera de la misma, o impulsar el primer proyecto sobre leyendas de la provincia (en nuestro blog).
Pero el círculo vital se cerrará perfecta y brillantemente (nunca mejor dicho) la madrugada del sábado 25 de julio debido al tema concreto que divulgaremos: Aunque no os lo creáis, será, sin haberlo buscado... ¡un caballero del zodíaco!
Entonces se unirán todos los puntos (...estrellas...). Y sólo podré darles las gracias a Córdoba y los cordobeses por ayudarme a cerrar el círculo de lo que Randy Pousch llamaba "los sueños de la infancia".
Teo Fernández Vélez
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