domingo, 26 de enero de 2014

La "Arquitectura del Sol" en Bujalance


El casco urbano de Bujalance, en el corazón de la campiña cordobesa, atesora un impresionante conjunto de arquitectura religiosa, erigido entre los siglos XVI y XVIII, y auspiciada por el obispado de Córdoba,  la poderosa oligarquía local y por las órdenes de Franciscanos y Carmelitas.  Este legado patrimonial ya impresiona al visitante por sus valores arquitectónicos y artísticos, a los que se une la singularidad de la torre inclinada del templo de la Asunción, conocida como la Pisa de Andalucía. No obstante, aún hay un atractivo mucho más sutil y fascinante, que ha permanecido velado durante siglos, y que ahora, tras descifrar sus claves astronómicas y matemáticas,  sale a la luz con “La Arquitectura del Sol”. 

En la ruta guiada La Arquitectura del Solse invita al visitante a acercarse a la mirada de la enigmática escuela de pensamiento que inspiró la singular arquitectura religiosa de Bujalance.   Descubrirá que hubo un tiempo en el que el mundo, imperfecto y mutable, estaba hecho de cuatro elementos: tierra,  agua, aire y fuego; y el cielo, perfecto y eterno, de éter o quintaesencia.  La Tierra estaba rodeada por ocho esferas concéntricas, que albergaban al Sol, la Luna, los planetas, y las estrellas fijas, mientras que en la novena esfera comenzaba el reino de los cielos: la casa de Dios y de los Santos, el lugar al que anhela retornar el alma. 

Las naves de las iglesias se orientan aquí, como flechas, apuntando con una precisión de décima de grado al lugar exacto del horizonte local por donde sale o se pone el Sol en el día de la onomástica del Santo titular, produciendo en esas fechas bellísimos “milagros de la luz”.  En la planta y el alzado de los templos se usa la Divina Proporción de Pacioli, el número de Dios asociado a la quintaesencia, la sustancia sutil que todo lo penetra y que engendra a los cuatro elementos del mundo sensible, la misma quintaesencia capaz de transmutar los metales, o de sublimar el alma. Así, el Templo de la Asunción, orientado al orto solar en su onomástica, es una  morada filosofal, un lugar de bendición, donde la oración y la mediación de la  Santísima Virgen obrarían el milagro de acercar el alma a Dios.

El visitante descubrirá así una singular manifestación de religiosidad cristiana rodeada de algunos elementos del mundo clásico, que constituye una auténtica rareza en todo el territorio nacional, y nunca antes descrita en este contexto geográfico e histórico, y que en Bujalance nos ha dejado  estos poemas de luz y piedra,  que hacen de este pueblo un lugar para el misticismo religioso e intelectual.

                                                                                                                          J.M. Abril
Bujalanceño Catedrático de Universidad en el área
de Física Aplicada de la Universidad de Sevilla


Para más información sobre este tema os animamos a visitar el interesantísimo blog del autor del artículo: www.cuadernosdebujalance.blogspot.com

 

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